Decidido a crear una empresa

Algún día recordaré que en uno de los peores días de mi vida, un viernes 7 de agosto, después de un mal momento, llegan cosas buenas. Por la noche, después de un juego de basket con mis amigos Erick y Alan, entre plática, papitas y sudor, se nos ocurrió una idea, crear nuestro propio changarro geek.

Al día siguiente, el sábado por la tarde, Alan presentó su «intento de empresa». Punto final.

Hoy domingo no he dejado de pensar en esa idea, en crear ese concepto. Como [no] se dieron cuenta, abajo publiqué un post de un discurso que me dio más ánimo para nuestra encomienda. Debe ser una señal.

Esperemos que la próxima vez que lea este post sea en unos años, recordando lo que pasó en el día más triste e importante para mi.

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